PUBLICIDAD
ENGAÑOSA
La publicidad engañosa hace referencia al uso
de información incorrecta en los mensajes publicitarios, con el fin de
convencer a los consumidores para que compren un determinado producto. Este
tipo de prácticas puede tener repercusiones negativas, no solo para los
consumidores, sino también para la industria publicitaria en su conjunto. Sin
embargo, a pesar de ello, es común encontrar informes de casos en los que las
marcas, en sus campañas publicitarias y anuncios, recurren a tácticas engañosas
sin considerar las normativas vigentes.
De hecho, según un estudio realizado por la OCU en
España en el 2020, el 60% de los consumidores declaraba haber sido engañado
por la publicidad en algún momento de su vida. En Estados Unidos, el número
es incluso mayor, llegando al 80% de los consumidores.
Existen diferentes tipos de publicidad engañosa.
Desde exagerar los beneficios de un producto, hasta omitir
información relevante, realizar comparaciones engañosas con la
competencia, hacer afirmaciones que no se pueden demostrar, ofrecer ofertas
o garantías falsas o emplear de manera sutil la manipulación de imágenes.
PODER DE LA MANIPULACIÓN DE IMÁGENES
La fotografía y las imágenes que aparecen en los
anuncios son herramientas muy poderosas en el mundo de la publicidad ya que tienen el poder de capturar la atención de los
consumidores, pero también pueden tener el poder de engañarlos. Y es que en la
fotografía publicitaria se pueden utilizar trucos y técnicas para presentar
los productos de forma más favorable de lo que son en realidad. Estos
trucos sirven para atraer la atención del consumidor y persuadirles de que
compren el producto en cuestión.
Aunque no debería suceder, la realidad es que
numerosas empresas han sido denunciadas por utilizar estas técnicas.
Por ejemplo, Nike en 2019 fue condenada por
publicidad engañosa por presentar una imágenes de unos atletas profesionales
usando sus zapatillas. En realidad las imágenes habían sido alteradas para
que pareciera que los atletas corrían más rápido de lo que realmente lo hacían.
También Victoria’s Secret ha sido denunciada
por usar Photoshop en las imágenes de sus modelos, de forma que los
cuerpos parecían más perfectos.
McDonald’s
también ha sido denunciada porque ha presentado imágenes de hamburguesas más
grandes y más jugosas de lo que son en realidad.
Y es que la manipulación de fotografías es una
práctica común en la publicidad, pero hay ciertos límites éticos y legales
que deberían respetarse. En general, las imágenes publicitarias no deben
modificar la verdad sobre los productos. No pueden ser presentados
beneficios que los productos no puedan proporcionar en la realidad.
Hay otras ocasiones, en las que la manipulación se
traslada al packaging, como por ejemplo mostrando una imagen que haga
que el producto parezca más grande, más lleno o más atractivo de lo que es.
O bien, utilizar colores que den la impresión de un producto de mayor calidad.
LA EXAGERACIÓN EN
LÍMITES RAZONABLES
Aunque es común mejorar la apariencia del producto, la
exageración debe ser razonable. No
se deben crear expectativas que sean inalcanzables e induzcan a los
consumidores a tomar decisiones basadas en información falsa. De hecho, las
recomendaciones son que, cuando se realicen retoques digitales en las imágenes,
se indique que se han realizado. De todas formas, las reglamentaciones
gubernamentales y las pautas de autorregulación varían considerablemente entre
paises.
La veracidad en publicidad es un principio fundamental
que exige que las imágenes reflejen de manera precisa lo que un producto puede
ofrecer a los consumidores en la vida real. La confianza del consumidor es
esencial en el funcionamiento del mercado y cuando la publicidad resulta
engañosa, esa confianza se puede ver afectada, perjudicando la relación
entre marcas y consumidores. Además, la falta de veracidad probablemente creará
un impacto negativo en la reputación de marca a largo plazo porque los consumidores
no olvidan las experiencias negativas y además las pueden compartir con otros
consumidores, lo que dañará la reputación y afectará a las ventas.
También la veracidad en la publicidad fomenta la
competencia justa en el mercado. Cuando las empresas compiten de manera
justa y basan sus reclamos en hechos reales, los consumidores pueden tomar
decisiones de compra con datos bien informados y elegir entre variedad de
opciones sin ser influidos por afirmaciones exageradas o engañosas.
Para garantizar la veracidad en la publicidad, es
importante que los anunciantes sean transparentes en las características y
beneficios de sus productos. Deben
evitar afirmaciones exageradas o falsas sobre lo que los productos pueden hacer
y centrarse en explicar como puede ayudar el producto en situaciones de la vida
real. Además, deben ser conscientes de la legislación que aplica en su área
geográfica y cumplir con ella en todo momento.
SECTORES PEOR VALORADOS
Según un estudio realizado por la Comisión Europea en
2022, el 70% de los consumidores creen que la publicidad engañosa en
anuncios e imágenes es más común en productos de belleza y moda. Otros
sectores como alimentos, bebidas, productos financieros, viajes y turismo
destacan también como sectores con mayor cantidad de publicidad engañosa.