APLICACIÓN DE LA REALIDAD VIRTUAL AL CONTROL DE LA AGRESIVIDAD
Introducción
El enfado es una
emoción negativa que se produce como respuesta al miedo y a la
frustración. Aunque en ocasiones puede ayudar a conseguir objetivos
individuales, si la intensidad y la frecuencia son altas, también puede ocasionar
problemas como puede ser la agresividad. De hecho, algunos comportamientos
asociados al enfado, como la violencia, pueden llevar a acciones delictivas.
Con el fin de ayudar
en el control del enfado, a lo largo de los años han ido surgiendo algunos programas
de formación que intentan reducir la angustia emocional relacionada con
la ira.
Uno de estos
programas es el denominado terapia de conducta cognitiva, orientado a modificar
la manera de pensar y comportarse ante un episodio de enfado o ira. Esta
terapia es efectiva tanto para reducir agresiones derivadas de un deficiente
control de la ira, como para reducir el riesgo de reincidencia.
Otro de los
programas de control del enfado es el entrenamiento mindfulness, que puede
ayudar a los individuos con un alto índice de agresividad a controlar su ira,
reduciendo tanto la intensidad como la repetición.
Tradicionalmente,
estas terapias se han llevado a cabo en lugares especializados donde los
usuarios acudían a encuentros con los profesionales adecuados. Con el progreso
de la tecnología digital, se han desarrollado nuevas técnicas que permiten
a los usuarios sumergirse en un entorno virtual, asistiendo a un entrenamiento
con múltiples experiencias, a un coste bajo, y en un entorno amigable, eliminando
las limitaciones del mundo real, tales como tiempo, espacio, personal o coste.
Con el fin de
valorar si estas técnicas basadas en realidad virtual son realmente efectivas, recientemente
se ha realizado un estudio en la Universidad Yonsei
de Corea, en el que se ha utilizado un entrenamiento para el control de la
ira dividido en los dos programas expuestos anteriormente: mindfulness y
terapia de conducta cognitiva, todo ello mediante el uso de unos entornos
virtuales que reproducen situaciones que provocan ira, al mismo tiempo que unos
asistentes virtuales facilitan el control.
Tras la realización
del estudio, se hizo necesario valorar si las técnicas son efectivas para
individuos que presenten un alto grado de agresividad.
Participantes
Se seleccionaron 62 individuos
con niveles de agresividad extremos, tanto en el nivel inferior como en el
superior. Graduando el nivel de agresividad de la población entre 0 y 100, los
individuos seleccionados estaban comprendidos, o bien en el nivel 0-25 o en el
75-100. La evaluación de la agresividad se llevó a cabo mediante cuestionarios
psicológicos.
Adicionalmente,
todos los individuos eran varones jóvenes y solteros, con el fin de que no
hubiera ningún tipo de sesgo cultural o de género.
Método
Para la realización
del primer entrenamiento del programa, exposición a la ira, se reprodujeron
situaciones que se pueden experimentar en el día a día. Los participantes se
sumergieron en esas situaciones, realizando las tareas que se les indicó y, al
mismo tiempo, se fue evaluando el grado de agresividad que experimentaban.
Concretamente, a los
participantes se les sometió a dos situaciones. En la primera,
denominada “conflicto con un amigo”, el participante tenía que esperar
a una persona conocida que llegaba tarde. En la segunda, denominada “conflicto
con un extraño”, un desconocido accedía de forma virtual al espacio del
participante, dejando caer y rompiendo su teléfono móvil.
Una vez vividas
ambas situaciones, se les pedía a los participantes que expusieran sus
sentimientos a la persona que llega tarde y a la que rompe su teléfono. A
continuación, se les daban unas instrucciones de cómo resolver conflictos
y volvían a experimentar las mismas situaciones.
En el caso del segundo
entrenamiento del programa, el de mindfulness, se sometió a los
participantes a una meditación basada en respiración guiada y relajación,
mientras se les presentan dos situaciones, una en su casa y otra en un
transporte público totalmente abarrotado.
Resultados
En el caso del entrenamiento
de exposición a la ira, los niveles de ira, una vez realizado, se redujeron
considerablemente. Esta reducción fue semejante en los individuos con
alto nivel de agresividad y con bajo. La presencia de una guía hablada durante
el entrenamiento facilitó la realización y efectividad del tratamiento.
En el caso del entrenamiento
mindfulness, hubo un incremento de la tranquilidad, reduciendo
las emociones negativas como estrés, depresión o ansiedad. Además, estos
métodos de mindfulness con realidad virtual son incluso más efectivos que
los convencionales, funcionando de igual manera tanto en individuos con
alta agresividad como con baja.
De cualquier forma, estos
resultados deben ser interpretados con precaución. El hecho de seguir una
secuencia fija puede provocar que la segunda vez que se realiza la tarea se
haga de forma más fácil por un efecto de familiarización.
Por otra parte, al
llevar a cabo el estudio en una única sesión, no se realizaron estudios
posteriores de validación, por lo que no se puede estar seguro de los resultados
a largo plazo.
Y, por último, sólo
se consideraron grupos en los extremos de niveles de agresividad y además
hombres jóvenes. Otras edades y sexos deben ser también analizados.
Conclusión
El desarrollo de métodos
de control de la ira puede proporcionar un medio para ayudar a personas
que presentan fallos en el control de la ira, lo que les provoca
dificultades en adaptarse a la sociedad. El principal objetivo de este estudio
fue validar la aplicabilidad de la realidad virtual a los programas de
entrenamiento.
Los resultados
ofrecen una evidencia inicial de que los programas inmersivos de control de
agresividad con utilización de realidad virtual presentan una alta efectividad
tanto en individuos con alto nivel de agresividad, como con bajo.