¿MIENTEN LOS CONSUMIDORES A LAS MARCAS?
Hoy en día,
todo el mundo es consciente de la importancia de la información. Si hace
años el correcto manejo de los datos era una propuesta nueva y rompedora, ahora
ha pasado a ser algo imprescindible en el mundo de los negocios. Las empresas realizan
inversiones en big data porque tener acceso
a una importante cantidad de datos ayuda, no solo a entender cómo
funciona el mercado, sino también a tomar decisiones y posicionar la
marca.
Pero conseguir
esa información no es sencillo y acceder a grandes cantidades de datos es
algo que no todas las empresas pueden permitirse.
Además, los
clientes han empezado a jugar en contra. Los consumidores son cada día más
conscientes de la importancia de los datos y también más activos a la
hora de bloquear el acceso de las marcas a la información personal. Adicionalmente,
las nuevas normativas hacen que gestionar la información sea cada vez
más complejo, al mismo tiempo que los consumidores usan sus propios
trucos para que las marcas no los conozcan demasiado, bien ocultando
información, o bien mintiendo.
El dirty data, o datos falsos, es un
verdadero quebradero de cabeza para las marcas, que pierden una gran cantidad
de dinero por culpa de este problema. Según los últimos estudios realizados, una
cuarta parte de la población da datos falsos a las marcas, y lo hace a
propósito.
Y no solo
se trata de dar datos falsos a las empresas, sino que además los consumidores
son cada vez más proactivos a la hora de ocultar información. Más del 30%
de la población reconoce que evita dar a las marcas su dirección de correo
electrónico principal, usando otra diferente, precisamente para estos mensajes.
Esto se traduce en un problema importante para el email marketing, que
demás se agudiza en la población más joven, en el tramo entre 18 y 34 años. En
este rango de edad, el 45% de la población usa diferentes direcciones de
correo.
Y, además,
hay otros datos que los consumidores ocultan a las marcas de forma deliberada y
que no están dispuestos a revelar.
RAZONES
PARA MENTIR
La pregunta
es tan antigua como el big data. De siempre, las
marcas se han planteado cuál es la razón de estas mentiras de los consumidores,
lo que los ha llevado a la realización de estudios en los que se pregunta
directamente a los compradores cuáles son las razones de dichas mentiras. Entre
las respuestas más frecuentes se encuentran, desde la autoprotección para
evitar que los datos acaben en listas de spam o se filtren a quien no se
desea, hasta el desconocimiento de lo que las marcas hacen con esos datos,
lo que fomenta la desconfianza. También hay razones de interés personal
como puede ser el caso de crearse diferentes direcciones de email para poder
disfrutar de varios periodos de prueba gratuitos en algunos productos.
Y, no cabe
duda de que la privacidad es el elemento común en todas estas tensiones.
Los fallos de las marcas han hecho más desconfiados a los consumidores,
llevándolos a cuidar mucho más sus datos personales.