NEUROMARKETING Y COLOCACIÓN DE
LOS PRODUCTOS EN LAS TIENDAS
Uno de los aspectos más estudiados dentro del
marketing es la decoración del interior
de las tiendas. Los elementos visuales pueden adaptarse y reorganizarse
para atraer a los clientes y maximizar las ventas. Es lo que en ocasiones se
conoce como vitrinismo. No se trata
solo de la arquitectura y diseño de suelos y paredes, sino que incluye también
la iluminación, señalización, accesorios y decoración.
La idea es que con todos los elementos se pueda
combinar una narración, crear una
identidad de marca y ofrecer al consumidor una experiencia no solo buena sino
intuitiva. Poder contar una historia
que conecte al consumidor con el producto. Evidentemente no es tarea fácil
pero afortunadamente el neuromarketing
puede ser de gran ayuda.
La realidad es que hay un número creciente de
clientes que van a las tiendas en busca de inspiración e ideas y el
neuromarketing sugiere que más de la mitad de las compras son compras por
impulso o no planificadas.
Teniendo esto en mente, hay que conseguir que
esos clientes que entran buscando ideas,
acaben comprando. Para ello, hay unas reglas
que se pueden seguir:
-
Los artículos más nuevos deben colocarse en la
entrada de la tienda. La razón radica en la diferencia entre querer y
necesitar. Si el cliente necesita un artículo que está al fondo de la tienda
irá hasta allí para buscarlo, pero es importante que conozca que existen otros
artículos.
-
Rotar el inventario para ampliar el número de productos que están
en la mente de los consumidores.
-
La disposición de la tienda debe ser simple
pero impactante, evitando
demasiado desorden visual, que sea fácil de seguir para el ojo del cliente, sin
demasiados colores.
-
Contextualizar los productos por estilo de vida. Por ejemplo, utilizar nuevas prendas de
temporada con una selección correcta de accesorios, arte, libros, perfumes, etc.
que actúan como accesorios de compra.
-
Utilizar colores que inciten a la compra. El rojo y el naranja son colores cálidos y sensuales,
el azul y el verde calmantes y relajantes, mientras que todo parece indicar que
la combinación de rojo, negro y blanco es atractiva en el comercio minorista.
Algunas investigaciones sugieren que más del 60% de la decisión de compra de un
cliente se basa en el color.
-
En cuanto
a la experiencia de usuario, los
productos deben mostrarse al alcance de la vista. Es importante aplicar la
regla de tres, un principio clásico del neuromarketing por el que es más
probable que se capte la atención del cliente cuando se desencadena un
desequilibrio, como puede ser un número impar de objetos.
-
Utilizar
una iluminación adecuada. Según los
estudios de neuromarketing, los clientes pasan más tiempo en tiendas que tienen
una iluminación cálida. Los productos nunca deben estar a la sombra y es
conveniente usar focos para resaltar las estanterías inferiores y superiores y
enfocar la mirada del comprador.
-
Utilizar marketing sensorial. Las herramientas
para sorprender al cliente a través de los sentidos, como pueden ser sonidos
que incentivan sus deseos, texturas que agradan, etc. son determinantes para la
decisión de compra.
-
Cuidar la señalización. La señalización es un elemento que muchas
veces se pasa por alto, pero la realidad es que la búsqueda confusa puede desencadenar
frustración y provocar una salida rápida. Es por ello que la señalización de
orientación clave debe ser grande y legible desde el frente de la tienda.
RELACIÓN
EMOCIONAL CON LOS CLIENTES
El objetivo principal debe ser demostrar a los
clientes que ellos son lo primero y para ello, lo importante es decidir qué emoción se quiere dirigir a la
audiencia. Una vez decidida, es necesario comunicarla en la tienda y atender
a las necesidades de los clientes: lo que quieren, desean y aspiran.
Crear
narrativas visuales consistentes, centradas en las necesidades emocionales de los clientes es fundamental. Cada punto de contacto debe reforzar el
mensaje de que la marca está respondiendo a las necesidades emocionales de sus
clientes y esto es especialmente importante en los denominados momentos de
la verdad.
Hay que tener en cuenta que los vínculos emocionales que las personas
forman con las marcas no son muy diferentes de los que se forman con otras personas.
Se vuelve difícil para la persona
separarse de la marca y comenzar una nueva relación con otra. Y esa
relación emocional sólo se puede lograr poniendo
lo que los clientes consideran más importante por encima de todo lo demás.
Entre las
razones para elegir un producto sobre otro se pueden señalar:
-
Precio: el producto es el más barato.
-
Conveniencia: es más fácil de conseguir, de instalar o de usar.
-
Características: el producto tiene el conjunto de
características perfecto o algunas opciones innovadoras.
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Emoción: el comprador está emocionalmente en sintonía con la marca debido a los
valores o a la historia.
Hoy en día, las diferencias en el precio,
conveniencia y características de los productos no suelen ser muchas, por lo
que es la emoción la que hace que los
consumidores tomen la decisión de compra.
Se
define la marca emocional como el arte de diferenciar la marca, creando
conexiones con los clientes a un nivel emocional. Se basa en la idea de que las personas se
definen a sí mismas, en parte, por las marcas con las que deciden asociarse,
incluidos los productos que comen y usan. Este hecho es aún más acentuado
cuando hablamos de consumidores millennials.
Y puesto que todos los puntos de contacto con
el cliente deben reforzar el mismo mensaje, la tienda no puede ser olvidada en la creación de marca emocional,
manteniendo una consistencia con la web o las redes sociales.
En este sentido, la psicología de los colores, las formas y la música son elementos que refuerzan
los mensajes emocionales, así como también el empaquetado o el diseño de
los productos.
Los
clientes pueden ser sofisticados, pero no dejan de ser seres emocionales que tienen necesidades que cumplir, así que
apostar por las emociones siempre es un valor seguro.