FORMAS DE IMPACTAR A LOS CONSUMIDORES MEDIANTE EL PACKAGING

FORMAS DE IMPACTAR A LOS CONSUMIDORES MEDIANTE EL PACKAGING

Se puede definir el empaquetado como el proceso de embalar un producto para ser almacenado, transportado y entregado al consumidor. Incluye tanto la selección de materiales como el diseño del envase, que debe servir para proteger el producto en su proceso de transporte. Además, es necesario un etiquetado que permita identificar el producto.

Este empaquetado, o packaging como se lo conoce en muchas ocasiones, se ha convertido también en una herramienta de marketing que se utiliza tanto para llamar la atención del consumidor, como para diferenciarse de la competencia. Y esta herramienta de marketing es realmente muy potente, pero es necesario saber utilizarla, de forma que el packaging sea efectivo y sirva para conectar con los clientes.

 

SORPRENDER A LOS CLIENTES

Una forma de impactar a los clientes es precisamente sorprenderles, y el packaging novedoso puede ser una buena manera. Además, puede servir para que la marca sea reconocida por la forma o el diseño del paquete.

Es importante ser original en la forma y los colores y cuidar los detalles. Los clientes abrirán el paquete con una predisposición favorable.

 

UTILIZAR PACKAGING QUE NO TENGA RELACIÓN CON EL TIPO DE PRODUCTO

Aunque ya se estén cuidando muchos detalles, en el mundo competitivo actual, es importante diferenciarse de la competencia. Esto se puede conseguir creando embalajes que no tengan nada que ver con los productos que se venden pero que, sin embargo, llamen mucho más la atención.

 

SOSTENIBILIDAD

Si la marca está apostando por la sostenibilidad, es importante ser coherente y que esto se vea en el embalaje. El cartón, papel o plástico tiene que ser reciclado, las pinturas tienen que ser orgánicas, etc.

 

APERTURA DE LOS EMBALAJES

La forma de abrir el embalaje también es muy importante y puede aportar originalidad a los productos. Además, la apertura despierta emociones y sentimientos en los consumidores. Poner cintas, cordeles, broches o incluso códigos de apertura pueden ser opciones que despierten interés en los clientes.

 

LA IMPORTANCIA DE LA CAJA

Aunque lo más importante es el producto, la caja también lo es. Y es que se trata de la primera impresión que el consumidor se lleva sobre la marca y el producto. De ahí la importancia de realizar embalajes originales que marquen la diferencia con la competencia. Y en este campo, los colores juegan un papel fundamental.

 

FACING

Se trata de que el consumidor tenga visibilidad total del packaging independientemente de la posición en la que se encuentre. Hace referencia, tanto a la exposición de un producto en un estante, como a la cantidad de unidades de un producto que se pueden colocar en una fila de un estante.

Es importante porque afecta a la visibilidad y accesibilidad del producto para los consumidores. Un buen facing puede ayudar a aumentar las ventas de un producto, mientras que un facing no adecuado puede dificultar la venta de este.

El facing también se puede utilizar como una herramienta de marketing, ya que sirve para destacar productos nuevos y promociones especiales. Fabricantes y mayoristas deben trabajar juntos para planificar y ejecutar estrategias efectivas de facing.

 

 

¿COMPRA MÁS LA GENTE TRISTE?

¿COMPRA MÁS LA GENTE TRISTE?

Todos hemos hecho alguna vez el comentario de “me lo merecía”, mientras nos comprábamos alguna cosa después de un mal día. La realidad es que lo comprado no nos va a traer la felicidad de forma inmediata pero sí puede servir para sentirnos un poco mejor, o al menos eso es lo que se piensa.

Y es que, aunque la psicología tiene mucho que decir sobre este tema, el concepto de estas compras no es nuevo. El marketing debe tener en cuenta este fenómeno y no olvidarlo a la hora de posicionar los productos.

Incluso en algún momento se ha planteado la posibilidad de segmentar la publicidad digital en función de los estados de ánimo de los consumidores. Sin embargo, esto genera dudas sobre la posible intromisión en la esfera privada de las personas. De hecho, varias empresas han manejado la idea de la publicidad emocional, pero las emociones siempre se han visto de una forma demasiado volátil y el hecho de lanzarse al mercado con esta idea puede tener un impacto demasiado elevado en términos de reputación.

Pero la realidad es que el vínculo entre felicidad o tristeza y consumo o falta de este existe. Un grupo de investigadores de la Universidad de Praga ha analizado los efectos de la felicidad colectiva, o su ausencia, en el consumo de productos, así como también la relación entre la confianza del consumidor y su modelo de consumo. Esto hace que los índices de confianza sean un activo para considerar en los procesos de compra.

Es importante comprender cómo los niveles de felicidad y bienestar afectan a las elecciones que se producen en los diferentes aspectos de la vida, y el comportamiento de consumo es uno de ellos. Además, gracias a la investigación realizada, se pude comprender cómo se comportará el mercado sumando, a esos niveles de felicidad, la variable de la confianza del consumidor, variable que se considera un factor psicológico que afecta al gasto de los consumidores.

Lo que en la investigación se ha descubierto choca con lo que a priori se puede asumir. Y es que cuando la gente está feliz dedica menos dinero al consumo. En cuanto al tipo de consumo, cuando la situación general es más complicada, ya sea por crisis políticas, económicas, sanitarias, o del tipo que sea, los consumidores gastan más en productos básicos. Es decir, cuando los índices de confianza caen, las ventas de este tipo de productos crecen.

 

EXPLICACIÓN

¿Y cuál es la explicación de este fenómeno? La clave está en que, durante los periodos de incertidumbre, cuando los consumidores están más tristes y pesimistas, el gasto en bienes de primera necesidad sube. Esto es porque los consumidores se lanzan a las compras de pánico, adquiriendo más de lo que en realidad necesitan. Como ejemplo, cabe recordar las compras compulsivas que se produjeron al inicio de la pandemia de coronavirus, cuando los carros de la compra se llenaron de harina y de papel higiénico.

Y si los consumidores disparan el gasto en este tipo de productos es por el efecto psicológico que produce. La sensación de seguridad que da el tener la despensa llena, les hace sentirse más preparados para los tiempos inciertos que sienten que van a venir.

Y el mismo razonamiento explica el efecto contrario cuando la confianza se recupera. En esos momentos el consumo que se incrementa es el de los bienes duraderos. Ya no se disparan las compras de harina sino las de otros productos como coches o televisores.