LA
IMPORTANCIA DE LA CONFIANZA EN LA MARCA
Hoy en día,
los consumidores están motivados por una búsqueda de valor en sus compras que
va más allá de las comparaciones de precio.
A lo largo de la
historia, la forma de comprar ha ido evolucionando. Inicialmente significaba
un desplazamiento a la tienda elegida, que tenía que ser planificado con
antelación y al que el consumidor tenía que dedicar un cierto tiempo. Más
adelante, la revolución del comercio electrónico lo cambió todo, ya que los
consumidores no tenían que desplazarse a una tienda, sino que podían comprar
productos y servicios de forma online y desde casa. Y de nuevo, hace
aproximadamente una década, con la llegada de los smartphones se produjo
una de las mayores revoluciones en las modalidades de compra, motivada por la
información que poseen los consumidores, tanto de precios como de opciones
de entrega o de métodos de fabricación. Además, los consumidores compran
cuando y donde les apetece, en los denominados “micro momentos”, a menudo
al mismo tiempo que están haciendo otras tareas.
Y es que los
consumidores ahora se mueven por “micro necesidades” que responden a los
deseos de determinados productos, que consideran importantes o valiosos.
Tradicionalmente, la industria producía y distribuía los productos dependiendo
del volumen de ventas, el clima de una determinada zona o la intensidad
competitiva. Sin embargo, hoy en día es necesario ofrecer productos
basándose en determinadas características demandadas por los consumidores,
como pueden ser productos orgánicos, respetuosos con el medio ambiente, sin
parabenos, etc.
Pero paradójicamente,
a medida que el consumidor se orienta cada vez más al mundo digital, las
tiendas son más importantes. Para los consumidores que valoran la conveniencia
y la inmediatez, las tiendas han pasado a ser puntos críticos en el mundo
de la omnicanalidad. Para los consumidores que valoran las experiencias y la
compra con amigos, las tiendas han pasado a ser escaparates que crean
relaciones con los productos y las marcas. Y todo esto, ha transformado
totalmente el paisaje del retail en los últimos 5 años.
En un estudio realizado
por el instituto IBM, entre más de 18.000 consumidores de 28 países y con
edades comprendidas entre los 18 y los 73 años, se les preguntaba sobre sus hábitos
de compra, motivos para elegir un producto o una marca, patrones de consumo y
la disposición a cambiar su comportamiento basándose en los valores y creencias
personales. Los resultados son realmente sorprendentes.
Para los
consumidores, la importancia de los valores asociados a una marca supera
otros factores como el precio o la conveniencia. De hecho, un tercio de los
consumidores dejaría de comprar sus productos favoritos si perdieran la
confianza en la marca y otro tercio afirma que en el 2019 ha dejado de comprar
alguna de sus marcas favoritas por este motivo. En sus decisiones de compra, los
consumidores dan prioridad a las marcas sostenibles, transparentes y alineadas
con sus valores. Afirman estar dispuestos a pagar más, o incluso a
cambiar sus hábitos de compra, por aquellas marcas que encajan en sus
prioridades.
Al mismo tiempo,
como hemos dicho antes, los hábitos de compra han cambiado drásticamente y
los consumidores compran cuando y donde les apetece. La compra por
impulso es la norma y así 7 de cada 10 afirma comprar mientras realiza
otras tareas diarias y esto, en un contexto en el que existe una proliferación
de marcas y productos a disposición de los compradores en cualquier lugar y
momento, hace que los valores corporativos superen en importancia a
cualquier otro factor.
De hecho, el
estudio muestra que consumidores de todas las edades y con todo tipo de
ingresos están dispuestos a pagar cantidades más altas por productos que estén
alineados con sus valores personales. De media, el 70% de los consumidores
podría llegar a pagar un 35% más por compras más sostenibles, productos
reciclados o ecológicos y el 57% afirma que podría llegar a cambiar sus hábitos
de compra para frenar un impacto negativo en el medio ambiente. El hecho de que
las marcas proporcionen autenticidad, garantizada por ejemplo mediante
certificaciones, es importante para el 79% de los consumidores, y una parte
importante de estos también pagarían más por este hecho.
No cabe duda de
que el mercado actual ha facilitado la aparición de una nueva generación de clientes
que tiene mayores exigencias y que, por tanto, presenta mayores desafíos
para las organizaciones. Y estos cambios en las decisiones de compra de los
consumidores van a requerir una transformación en la gestión de afinidad de
marca.
En el momento en
el que el precio no es la gran palanca de decisión, es importante tener
en cuenta las siguientes recomendaciones:
-
Obtener la confianza de los consumidores mediante la
transparencia y trazabilidad. Con el aumento
de los micro-momentos de compra, las empresas no sólo deben ofrecer servicios
más rápidos para ganar la confianza de los clientes, sino que deben diferenciarse,
ofreciendo un acceso sencillo a la información detallada de la calidad de los
ingredientes, métodos de elaboración de los productos u origen sostenible.
-
Medir la sostenibilidad mediante el impacto económico. La reducción del impacto ambiental va más allá de usar envases
reciclables. Las marcas con valores deben ayudar a construir una economía
circular sostenible para las generaciones futuras y para ello la
sostenibilidad debe integrarse y medirse de extremo a extremo.
-
Ofrecer valor mediante una mayor flexibilidad y no
mediante más productos. A medida que las
interacciones digitales influyen en la forma en que los consumidores compran, las
marcas deben innovar en las tiendas para poder ofrecer una experiencia a
través de todos los canales, integrando dentro de los sistemas tecnológicos
de los establecimientos las capacidades que les permitan cumplir con las
expectativas del consumidor.