LA
IMPORTANCIA DE LA TIPOGRAFÍA EN PUBLICIDAD
No cabe duda que elegir correctamente la tipografía
es importante, pero muchas veces, simplemente no elegirla mal ya es
suficiente. A diario podemos observar fuentes mal elegidas en webs, banners,
anuncios, etc. Son casos en los que es el continente el que nos echa para
atrás, sin llegar a prestar atención al contenido.
Y es que a veces, dejarse llevar por las modas es
peligroso. Antes de seguir una tendencia sin más, conviene analizar cuales
serán las consecuencias de la elección.
LAS TIPOGRAFÍAS HABLAN
El mensaje escrito representa la voz, y la tipografía
refleja su volumen, tono o timbre. Y,
al igual que en el caso de un mensaje hablado, una buena idea se puede caer por
comunicarla incorrectamente.
Además, las tipografías son las que dan voz a las
marcas, por eso son uno de los elementos que se analizan en los
procesos de branding y que definen la identidad corporativa. No se puede
usar una tipografía al azar, ni cambiarla cada vez que se comunique algo. La
marca debe elegir una y apostar por ella, de forma que defina su propia
personalidad.
LAS TIPOGRAFÍAS TRANSMITEN
No solo ideas sino también el estilo de la marca.
Las tipografías cursivas, negritas, estrechas o escritas a mano transmiten
diferentes estilos y emociones. Y es que hay algunas consideraciones que
son comunes a practicamente todas las culturas.
Por ejemplo, la cursiva se asocia a dinamismo y
esto es debido a que en carrera, el cuerpo está inclinado. De igual forma, las
negritas se asocian con fuerza o rotundidad, un mayor volumen parece ir
unido a mayor fuerza. De esta forma, cuando se quiere potenciar un producto con
mucha potencia o fuerza, es conveniente utilizar tipografía negrita
En cambio las tipografías estrechas se suelen
vincular al concepto de elegancia, por lo que funcionan muy bien en el
terreno de la moda.
En cuanto a las tipografías escritas a mano son
apropiadas cuando se desea mostrar cercanía y empatía. Son menos frías que
el resto.
Lo importante es que, simplemente ante la visión de
un mensaje, con su tipografía y estilo, se pueda saber a que marca pertenece,
sin ni siquiera ver el logo. Y aquí entran también las marcas imitadoras, que
reproducen las tipografías de las originales, precisamente para confundir al
consumidor y hacerle creer que está ante la marca original.
LAS TIPOGRAFÍAS CONECTAN
No hay que olvidar que el cerebro humano funciona
por asociaciones. En el caso de las marcas, si éstas consiguen que el
consumidor se enamore de ellas, cualquier nuevo producto que lancen al mercado
será visto con buenos ojos. El consumidor estará interesado en él y lo
comprará aunque haya alguna cosa que no le guste.
Cuando las marcas cuentan con muchos seguidores, el
efecto es aún más claro. Serán los propios seguidores los que elogien el nuevo
producto, resaltando sus virtudes y ventajas.
En este contexto, la tipografía es un medio muy
importante para conseguir la asociación con la marca. Casi tanto como la
música o el olor. De ahí, que cuando se identifican unos rasgos gráficos que se
asocian a la marca favorita, los productos presentados gustan más.
Y para elegir la tipografía, es importante tener en
cuenta el público al que se dirigen los productos de la marca. Si se trata
de llegar a los millenials, que van a interactuar vía móvil, tablet u
ordenador, una tipografía con líneas sencillas será la más adecuada, ya que
presenta mejor aspecto en digital.
Sin embargo, los lectores de prensa escrita clásica,
pueden encontrar más elegante y con mejor legibilidad una tipografía como la
times new roman.
LAS TIPOGRAFÍAS DIRIGEN LA LECTURA
Este efecto se ha ido potenciando con el paso de los
años. Cuando nacieron los primeros períódicos no había fotografías. Era todo
texto y además la letra era pequeña y junta.
A medida que el periodismo fue evolucionando,
aparecieron las fotografías, tipos de letras, tamaño, etc. Y es con ese juego
de posibilidades, con el que el diseñador gráfico nos lleva por los contenidos
de un periódico, revista o web.
Partiendo del primer impacto visual, el lector va a
seguir un orden determinado de lectura. Ese orden se ha ido construyendo con el aprendizaje a lo largo del
tiempo. Y en todo esto, la tipografía ha tenido un papel importante.
De hecho, solo con el primer vistazo de un anuncio,
sin leerlo, ya sabemos si se trata de una oferta, un anuncio de marca o el
lanzamiento de un producto. Por eso, si estamos buscando un determinado
producto, vamos a ser muy rápidos identificando mensajes que respondan a
nuestros deseos.
LAS TIPOGRAFÍAS DIFERENCIAN
Efectivamente, las tipografías diferencian, pero eso
no quiere decir que haya que elegir la letra más rara que encontremos. Y es que,
diferenciarse, puede ser tanto para bien como para mal.
Lo importante es elegir la tipografía que encaje con
nuestra marca. Y dado que va a estar
en contacto con los clientes, conviene que los conozcamos lo mejor posible.
Si se trata de vender un coche potenciando la
seguridad, deberemos elegir una tipografía que transmita estabilidad y duración. Si por el contrario vamos a vender chocolates o
pasteles, una tipografía redondeada será más adecuada que una picuda que se
relaciona más con alimentos amargos o ácidos.
RESUMEN
Como resumen, el empleo de la psicología a la hora
de elegir tipografías debe ser tenido en cuenta, porque diferentes
tipografías conseguirán distintos resultados en las emociones y sentimientos de
nuestro público objetivo consiguiendo atraer a las audiencias o provocar el
rechazo más radical.