LA PSICOLOGÍA DE LA PUBLICIDAD CON VÍDEOS ONLINE
En los
últimos años, uno de los elementos por el que las marcas han apostado de forma más fuerte, ha sido el vídeo online y la publicidad
desarrollada gracias a él. Cada vez hay más consumidores que acceden a los
contenidos a través del vídeo online y por tanto, las empresas dedican cada vez
más presupuesto a este medio.
El vídeo
es el elemento que más ha crecido en internet en los últimos años y como es
lógico, las empresas no quieren quedarse atrás en este mundo. El número de vídeos que se comparten
aumenta sin parar y cada vez más
vídeos consiguen cifras de audiencias elevadas, posicionándose de forma
destacada ante los potenciales consumidores a los que las marcas quieren
llegar. De ahí que la inversión en anuncios asociados a vídeos online esté
creciendo exponencialmente, de igual forma que crece la importancia de los vídeos online dentro de la estrategia de
contenidos. El vídeo ya está por todas partes y las marcas lo usan cada vez
más.
Pero no
basta sólo con usarlo y tenerlo en cuenta en las estrategias de marketing. Las
cosas son mucho más complejas y los
vídeos no son el milagro que hace que se consiga el éxito de una manera
inmediata. Simplemente por existir no van a conectar con la audiencia sin más.
Tanto cuando se crean anuncios online como cuando la intención es posicionarse
con vídeos propios, las marcas deben seguir ciertas reglas y trabajar en
algunos puntos clave.
Muchas
han sido las recomendaciones que se han dado a lo largo de los años sobre cómo
se deben hacer los vídeos y la manera más eficiente de posicionarlos. También
en este caso, la psicología puede
ayudarnos. El entender cómo funciona la mente del consumidor puede
facilitar la creación de vídeos que conecten mejor con ellos.
PRINCIPIOS PSICOLÓGICOS
Podemos
hablar de dos elementos clave a la hora de hacer publicidad en general, y que
aplican de forma particular al caso de los vídeos online. Se trata de dos vías básicas que van a hacer que un
vídeo funcione y conecte con los consumidores. El camino central y el periférico. En cada uno de los dos caminos
se apela a elementos diferentes del consumidor, por lo que la forma de
trabajarlos es totalmente diferente.
En el caso de la vía central se trabaja sobre el propio consumidor, es
decir, es el consumidor el que está implicado en su relación con el producto y
con las decisiones que toma relacionadas con el mismo, es el camino de los hechos y la lógica. El camino de la vía periférica es mucho menos evidente. El acercamiento al consumidor se realiza
a través de una historia y las decisiones se toman a partir de ella. Los
estímulos que se ofrecen son mucho más sutiles que en el otro caso. Si en el primer camino se dice claramente
porqué hay que comprar un determinado producto, en el segundo se juega con lo que se sugiere, la clave es precisamente
lo que se deja sin decir.
Ambas
vías funcionan en el caso de los vídeos online y, de hecho, las marcas utilizan
las dos para conectar con los consumidores. Los dos formatos tienen potencial suficiente para convertirse en
virales y conectar con el consumidor, pero eso sí, no hay que olvidar que no se trata sólo de conectar con el
consumidor en global sino precisamente de llegar al público al que se
necesita llegar.
Podemos
encontrar ejemplos de los dos tipos de vías en multitud de anuncios conocidos. Ikea o turrones el Almendro apuestan por un
tipo de anuncio en el que el producto es algo secundario, llegando al
consumidor de forma mucho más sutil, a través de una historia que en la mayoría
de los casos despierta nuestras emociones. Sin embargo, en el caso de muchos productos de limpieza la vía directa suele ser la
empleada, destacando las virtudes del producto en sí y situándolo por
encima de la competencia.
¿Es
mejor apostar por una de las vías a la hora de crear un vídeo online? La
realidad es que no se puede decir que una sea mejor que otra. Ambas pueden
funcionar. Se trata más de realizar un buen trabajo con el que llegar a nuestro
público que de elegir una de ellas.