Marketing multisensorial

MARKETING MULTISENSORIAL

 

En tiempos exigentes como los actuales, las marcas deben esforzarse por mantener la relevancia. Ya no es suficiente con centrarse en la idea de competición de preferencias (mi marca es mejor que las otras), sino que es necesario crear un nuevo concepto.

Para ganar la batalla de la relevancia es fundamental triunfar en el mundo de las percepciones. Ser considerado el mejor no basta. Es necesario ser valorado como el único en hacer lo que se hace y para ello se hace imprescindible implementar estrategias multisensoriales que brinden experiencias únicas a los consumidores.

La marca multisensorial será capaz de despertar ilusiones, emociones, recuerdos, placer, atención, etc.,  permitiendo corregir desviaciones de decisión. El branding encaja a la perfección en este planteamiento y las nuevas disciplinas científicas garantizan una nueva gestión de la marca.

 

LA IMPORTANCIA DE IMPACTAR A LOS SENTIDOS

El cerebro, a la hora de tomar la decisión de compra, que no dura más de 2 o 3 segundos, a menudo realiza acciones sin mucho sentido lógico pero con un perfecto sentido emocional. De ahí la importancia de dar a la marca un sentido emocional. Y si algo es verdaderamente emocional e impacta a los sentidos, eso es la marca multisensorial.

Los consumidores reciben de media unos 200 mensajes publicitarios visuales al día, lo que ha hecho que hayan reducido el poder de respuesta que tienen a este tipo de estímulos. Los consumidores ya no los ven. Además, el margen de respuesta a esas imágenes es muy corto. El cerebro del consumidor las analiza en unos milisegundos y toma decisiones sobre ellas en ese tiempo record. Apostar por las imágenes se ha vuelto, por tanto, mucho menos efectivo.

Frente al impacto limitado de las imágenes, el resto de los sentidos tienen una influencia mucho más amplia en el consumidor, ya sea de forma consciente, porque saben que están siendo expuestos a esas cuestiones concretas, o de forma subconsciente, ya que forman parte de, por así decirlo, la atmósfera que los rodea. El sonido, el gusto, el olfato o el tacto tienen una gran influencia en la percepción de las personas. Y, sobre todo, lo tienen en el nivel subconsciente del cerebro, ese apartado en el que todas las marcas quieren entrar y donde desean ser procesadas porque así consiguen una permanencia mayor en los recuerdos de los consumidores.

A día de hoy, ya son muchas las marcas y las empresas que han echado mano de otros sentidos para convencer o seducir a los consumidores:

-        El marketing olfativo se ha convertido en uno de los recursos casi inevitables de las firmas de retail, que pelean unas con otras por dejar su huella olfativa y ser reconocidas de forma inmediata por los consumidores que están en las inmediaciones de sus establecimientos.

-        Los supermercados han aprendido a emplear el olor a pan recién hecho como una herramienta para posicionar el resto de sus productos.

-        Las tiendas llevan ya unos cuantos años jugando con los sonidos y sus efectos en cómo compran los consumidores.

Y muchas grandes empresas están considerando nuevas tecnologías que permitan llegar a otros sentidos:

-        Microsoft analiza datos que le permitan comprender las interacciones de los usuarios con los ordenadores, incluyendo sentimientos de sorpresa, satisfacción, frustración y felicidad.

-        Motorola ha presentado patentes para incorporar a los teléfonos un gel con esencias que se libera al calentarse y otras compañías de telecomunicaciones también están desarrollando tecnología que permita controlar la emisión de olores unidos a las imágenes que se envíen.

-        Los juegos electrónicos son otro mundo en el que el desarrollo de impactos sonoros y táctiles se está desarrollando a pasos agigantados.

Pero todavía, mientras que las empresas dedican mucha atención a crear su identidad visual, su logotipo y su manual de imagen corporativa, olvidan y desconocen el potencial del marketing sensorial. No existen los manuales de identidad sonora o de identidad olfativa. Y es una pena, porque el olfato genera reacciones muy potentes. El Odotipo o marca olfativa es un elemento más para identificar y reconocer una marca, al igual que el logotipo. El Odotipo contribuye a crear una marca sólida, reforzando su imagen.

También existen los Sonotipos o logos sonoros, unas notas musicales que representan una empresa, marca o producto y a través del cual los consumidores identifican sus atributos. Las empresas que mejor manejan el audio branding pertenecen al sector de la tecnología. Algunos logos sonoros son tan poderosas como los logotipos visuales y han logrado que los consumidores pensemos de forma inconsciente en la marca cuando lo escuchamos.

Y cuando todavía, el impacto en los sentidos como olfato u oído es bajo, nos podemos preguntar, ¿por qué apostar por un único sentido cuando los consumidores tienen más de uno?.

El marketing multisensorial juega con experiencias mucho más completas y complejas a la hora de trazar estímulos que llegan al consumidor. El usuario no solo huele lo que la marca quiere que perciba, sino que recibe una experiencia mucho más completa en la que también juegan la vista (empleando gamas de colores que refuercen lo que se transmite por el olfato), el oído o incluso el tacto. Los efectos del marketing multisensorial tocan más allá del simplemente ver una imagen y recibir el mensaje.

Estudios han demostrado que la fidelidad hacia una marca se incrementa significativamente cuando uno de los sentidos se activa positivamente y si la marca se apoya en dos o tres aspectos sensoriales, el efecto es mucho mayor. Cuando el impacto de los diferentes sentidos se combina adecuadamente, el resultado para la marca puede ser extraordinario.

Impactar con la marca multisensorial requiere investigar las necesidades sensoriales y aspiracionales de los clientes y después enfocarse en la creación de relaciones profundas y amigables. Eso sí, la estrategia multisensorial debe ser, por una parte, única para la marca y por otra parte, debe ser habitual y consistente. Si las iniciativas se mantienen en el tiempo, el impacto en la fidelidad surgirá progresivamente.

 

TRABAJO EN LA RED

El trabajo de desarrollar una estrategia multisensorial no debe centrarse solamente en los puntos de venta. De igual forma que se diseñan entornos físicos que provoquen sentimientos positivos en los clientes, también la creación de respuestas emocionales en internet es muy importante y esto por varias razones. En primer lugar, la decisión de compra en la red es mucho más compleja, ya que el producto no se puede tocar. En estos casos, el humor se convierte en determinante de la toma de decisión. Por tanto, provocar un humor positivo potenciará las compras.

Por otra parte, si la “atmósfera” de la web no le resulta atractiva, el futuro comprador abandonará la tienda virtual. De ahí que el impacto emocional que los elementos de la web (colores, grafismos, música, etc.)  provocan en el cliente, requiera una atención específica.

Las investigaciones están revelando que los internautas desean estímulos auditivos y visuales cuando compran online. La congruencia de música y color es importante, ya que potencia la respuesta emocional del comprador, pudiendo provocar el entusiasmo necesario para favorecer la decisión de compra.

 

SIGUIENTES PASOS

La nueva gestión de la marca tendrá mucho que decir sobre las motivaciones humanas, sobre cómo piensan las personas y cómo actúan consciente o inconscientemente en las interacciones con las marcas y sus mensajes.

En los próximos años las condiciones del mercado serán tan cambiantes que provocarán que las marcas tengan que ser más accesibles, abiertas y humanas. Para alcanzar el éxito, la marca deberá asegurarse de que todos los vínculos y encuentros con los clientes se robustezcan por vía sensorial.

Y para ello, será necesario aprovechar mejor las nuevas tecnologías, para crear experiencias más completas y complejas que mejorarán aún más la percepción que los consumidores tienen de las marcas, gracias a los estímulos. La próxima frontera llevará lo que las marcas hacen, más allá de hacer que las tiendas huelan a pino en Navidad.

Hay quien habla ya de cómo se usarán las gafas de realidad aumentada para mejorar el aspecto de la comida en nuestros platos y hacer que comamos algunas cosas (por ejemplo más sano) sintiendo otras. La realidad aumentada no será la única que cambiará las cosas. La impresión 3D también puede modificar los estímulos que recibimos y como las marcas crean experiencias sensoriales para ser más efectivas y conseguir hacer acciones más inmersivas.

También está el desafío de mejorar la metodología de los estudios de mercado para conocer y entender mejor las reacciones de los consumidores a los diferentes estímulos sensoriales.

En el futuro, si los dueños de las marcas quieren comprometerse con los consumidores en un nivel mucho más emocional, construir lealtad y diferenciarse de la competencia, necesitarán abrazar las oportunidades multisensoriales posibles para ellos.

 

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