CÓMO MANEJAR LA ATENCIÓN Y LA REPETICIÓN EN PUBLICIDAD

CÓMO MANEJAR LA ATENCIÓN Y LA REPETICIÓN EN PUBLICIDAD

 

ATENCIÓN

Una cuestión que se ha planteado en múltiples ocasiones es cuánto tiempo puede dedicar nuestro cerebro a la información que recibe y, por tanto, cuál es el tiempo de atención que consiguen los mensajes publicitarios que envían las marcas.

Microsoft ha realizado un estudio, empleando neurociencia, y ha medido la respuesta que nuestro cerebro presenta ante los diferentes estímulos, analizando la atención de los consumidores a los mensajes que están recibiendo.

El trabajo, realizado en Canadá, ha contado con la colaboración de 2.000 adultos que participaron en un estudio online. En una segunda fase, se realizó otro estudio en profundidad en el que se midieron, mediante EEG, las ondas cerebrales que presentaba un grupo de 100 personas mientras realizaban diferentes tipos de tareas.

Adicionalmente, se evaluó si la capacidad de prestar atención se ha visto alterada con la llegada de internet, puesto que en los últimos años parece haberse consolidado la idea de que la atención se ha convertido en algo que se presta de forma limitada e inconsistente.

 

¿Qué ha descubierto el estudio?

Lo primero que el estudio ha demostrado es que efectivamente, los usuarios que emplean internet de forma habitual, tienen un modelo de atención diferente. Tanto el cómo atienden como el punto en el que sitúan su atención es distinto.

En el caso de las personas habituadas al uso de internet, los periodos de atención son más cortos pero el comienzo es mucho más intenso. El análisis demuestra que en el primer contacto hay un pico de atención muy alto, es decir el mensaje tiene toda la atención del usuario y a medida que va pasando el tiempo la atención va disminuyendo. A pesar de este intervalo reducido de tiempo en que estos usuarios prestan atención al mensaje, mucha de la información que reciben queda almacenada en su memoria.

En el caso de los usuarios no habituados al uso de internet, la pauta de comportamiento es diferente. El cerebro procesa los mensajes de forma distinta, no existe el pico de atención inicial sino que, por el contrario, al principio de la tarea la atención es baja, aumentando con el tiempo a medida que se dan cuenta del mensaje y que van procesando más detalles.

Otro elemento que el estudio ha revelado es que los consumidores se han convertido en adeptos al multitasking, lo que permite que realicen varias tareas a la vez. La buena noticia para la publicidad, es que esto no reduce el impacto del marketing.

 

Cómo presentar los anuncios

Gracias al estudio, se pueden entender muchas cosas sobre cómo se debe presentar la información en internet para conseguir mantener la atención y el interés de los consumidores.

Uno de los elementos del diseño de los anuncios o de la forma de presentarlos que conviene cambiar, es la forma de contar la historia, de manera que se consiga captar la atención de los consumidores. Es necesario ser concisos y claros desde un primer momento, consiguiendo un impacto directo que provoque el recuerdo. Nos movemos hacia el concepto que se usa desde mucho tiempo atrás en las vallas publicitarias, soportes a los que los consumidores no dedican mucho tiempo de atención. Son necesarios mensajes directos, que capten el interés de los consumidores en cuanto los ven.

Es también el mundo de los titulares. En las noticias es el titular el que hace que el consumidor lea la noticia, el que vende el contenido, el toque de atención necesario para que el usuario continúe adelante.

 

 

REPETICIÓN

La repetición es otro de los factores que tiene un importante efecto en publicidad ya que influye en la manera en que nuestro cerebro toma decisiones.

Desde los trovadores medievales hasta las canciones del verano, el efecto repetición ha estado siempre presente. Repetir palabras y construcciones es un recurso habitual para conseguir que el cerebro sea más receptivo a los mensajes. Es el poder de escuchar siempre lo mismo.

En el caso de las canciones, el hecho de que las letras no sean complicadas y que ciertas frases o mensajes sean muy repetidos, hace que sean conocidas por el público y suban a los primeros puestos de popularidad.

Y este efecto de cómo reacciona el cerebro a la repetición tiene múltiples aplicaciones.

La explicación del efecto que la repetición produce viene dada por la forma de procesar el mensaje que tiene nuestro cerebro. Para el cerebro, las palabras que se repiten son mucho más fáciles de procesar, requieren menos esfuerzo, especialmente cuando lo hacen de forma secuencial y esto hace que le gusten más, que sean sus mensajes favoritos. Cuando las cosas son más fáciles de entender, gustan más.

Y no sólo tiene efecto en lo que a los consumidores les gusta más. También tiene efecto en las decisiones que toman. Cuando algo es fácil de entender, tendemos a preferirlo y esto tiene un efecto directo en las decisiones de compra.

Desde el punto de vista del neuromarketing, se han realizado diferentes estudios que muestran la relación entre la simplicidad de un mensaje y la efectividad en términos de decisión de compra. Desde utilizar tipografías simples o complicadas de leer para describir un producto hasta la utilización de nombres sencillos y fáciles de pronunciar frente a nombres complicados. De hecho, las personas con nombres sencillos resultan más fiables que las que tienen nombres complicados.

Por tanto, aunque no hay que ir al extremo y llegar a una repetición masiva de mensajes, escoger un nombre de marca fácil de decir y emplear repeticiones en los mensajes son elementos que ayudan.

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